El Consejo de Ministros finalmente se ha pronunciado en este caso y estimó que mientras que Mohamed El Bay no será extraditado por tener la nacionalidad española, Alí Aarras deberá volver a Marruecos para afrontar en ese país los cargos de pertenencia a banda armada por el que estaban acusados ambos y a los cuales ya se les juzgó en España.
Según recogen medios digitales de los que se ha hecho eco El Telegrama, el motivo de esta decisión radica en que Mohamed El Bay además de la nacionalidad marroquí (que tienen de por vida todos aquellos musulmanes nacidos en Marruecos) también ostentaba oficialmente la nacionalidad española, y como ciudadano español debe estar bajo la jurisdicción nacional, sin embargo, su compañero, Ali Aarras, era residente en Bélgica, pero sin embargo, hace meses que dicho país nego que este tuviera dicha nacionalidad, por lo que legalmente se le considera ciudadano marroquí y deberá enfrentarse en su país a los cargos que se le imputan.
La polémica que se ha generado alrededor de estos ciudadanos radican en que tienen nacionalidades europeas, pero Marruecos considera nacionales de su país a todos aquellos que nazcan en dicho territorio, por lo que, pese a haber sido juzgados y liberados por la justicia española de los cargos que se le imputaban, Aarras tendrá que rendir cuentas ante la justicia marroquí por los cargos relacionados con el terrorismo.
A ambos acusados se les imputa la pertenencia a una red terrorista encabezada por el ciudadano belga-marroquí Abdelkader Bellira y en este sentido, la defensa de este presunto cabecilla es que denunció hace semanas haber sufrido torturas en Marruecos para inculpar a los dos ciudadanos imputados.
Antecedentes
Tanto como Mohamed El Bay como Ali Aarras fueron detenidos el 1 de abril de 2008 en la ciudad después de que las autoridades marroquíes emitieran órdenes internacionales de detención por cargos relacionados con terrorismo.
El juez de la Audiencia Nacional ratificó su prisión provisional y entonces el magistrado consideró que había pruebas de que Aarass, residente en Melilla, era integrante del conocido como “Movimiento de los Muyahidines en el Magreb” desde 1982 y se le relaciona con los atentados de Casablanca y respaldó la acusación policial de que El Bay estaba presuntamente relacionado con una red terrorista que las autoridades marroquíes desmantelaron el pasado mes de febrero con la detención de más de 30 personas que preparaban atentados en Marruecos.
Al parecer, El Bay era el encargado de entablar relaciones con contrabandistas de armas asentados en centroeuropa al objeto de conseguir armamento y material explosivo.
Oposición social y política
Pese al juicio, el reino de Marruecos seguía reclamándolos y la Audiencia Nacional dió su permiso, algo que levantó la polémica entre algunas asociaciones y partidos políticos que consideraron que la extradición no era una opción para dos personas que ostentaban nacionalidades europeas, de ahí que se iniciara una campaña puesta en marcha por la Comisión Islamista de Melilla (CIM), que recogió 10.000 firmas en contra de la extradición de ambos ciudadanos.
Al mismo tiempo, Amnistía Internacional pidió el 23 de abril de 2009 que las autoridades españolas no extraditasen a Ali Aarras y Mohamed el Bay a Marruecos, ya que correrían el riesgo de sufrir tortura y otros malos tratos, ser detenidos en régimen de incomunicación o juzgados sin las debidas garantías procesales.
Además de la CIM, también se han opuesto a esta extradición los partidos políticos de la ciudad, como Coalición por Melilla (CPM) y el PP, ya que tanto Ali Aarras como Mohamed El Bay son ciudadanos comunitarios y con el argumento de que la causa sobre presunta colaboración con el terrorismo islamista que se instruía contra Aarras fue archivada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, por los cuales ambos fueron declarados inocentes.